El cura párroco de la iglesia San Salvador de Tala, Manuel Casas, estuvo al aire de la radio hablando sobre el 2 de noviembre.

Siempre hay que buscar y promover todo lo contrario.
Se ha perdido el respeto y el valor de la vida.
El tema es muy fuerte, pero es el enfrentarnos a la muerte, es enfrentarnos a la vida.
Esta conmemoración de los difuntos nos pone de frente a una realidad.
La muerte simplemente es una puerta que se abre a la eternidad en la que vamos a vivir eternamente.
Al final no tomamos conciencia del valor de la vida.
Los medios toman a la muerte no como algo trágico sino como noticia.
Esa invitación a tenerlo presente ese día, recordar aquellos que nos han precedido.
Los cristianos estamos acostumbrados a guardarlos.
Los que vayamos, tenemos que recordar, así como nos cuidamos en la calle, también cuando vayamos al cementerio tenemos que cuidarnos.
Algunas personas llevan unas flores, pero no es para que nos quedemos de charlas, sino todo lo contrario.
Es bueno ir, estar, recordar, pero que sea así con prudencia.
Lo mejor que podemos hacer es orar.
Ellos están vivos para dios y presentes para nosotros.
Desde nuestra casa tomar un momento para orar por ellos.
Lo más importante que esta pandemia nos pueda ayudar a abrirnos y hablar, charlar un poco sobre este día.
Un momento para detenernos por aquellos que estuvieron en nuestra vida y que están presentes de una manera diferente.
Este año la misa en el cementerio, la tenemos que hacer al aire libre.
Va a ser donde están las oficinas de necrópolis, para que pueda participar más gente.
Recordamos que tiene que llevar el tapabocas y va a ser a las 10 de la mañana.

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