Por Daniel Valiente

En segunda quincena de noviembre 2023 comenzaron cambios en el mapa político de Uruguay.

Más allá de la incidencia por los cambios en la región (que influyen claro, en los votantes), están surgiendo acontecimientos políticos en las internas de los partidos uruguayos que cambian el mapa leído en la primer mitad del 2023.
Un Luis Lacalle que contando con la certeza de seguir siendo el “lider” dentro del PN le conviene que en el 2024 gane la izquierda así bajo la forma de “alternancia” se postula como candidato con gran chance de ganar en el 2029, pero… sagitario las aguas y se generarán mareas y no presisamente a su favor. Una Laura Raffo que agita la interna del PN con Alianza Nacional, con un grande como Guillermo Bezzosi, sumando una muy nombrada dirigente sindical como Valeria Ripol y ahora sumando a la ex fiscal que dolida con el FA arremeterá de gran manera contra este.en conclusión Raffo hará que el Herrerismo deba trabajar muy duro si quiere conservar el “liderazgo” dentro del PN.
Por otro lado se agitan las aguas y para buena en el alicaído PC que en breve comenzará su tendencia de crecimiento ante los eventuales “buenos cambios”. Los colorados lejos de permanecer en el orden del 12% del electorado, crecerán y no poco con la estrategia de lanzar 4 candidatos a disputar la interna correctamente planificado por el ex presidente Sanguinetti pero… les aparece un quinto candidato Andrés Ojeda. Mientras los observadores veíamos que lo más parecido a Javier Milei en Uruguay podría ser Gustavo Zubia, irrumpe en la escena política un Ojeda que muestra rebeldía (hasta contra el mismo expresidente Julio Maria), y seguro va a captar muchos votos de colorados e indecisos. Ojeda así se transforma en Uruguay en el candidato con mayores similitudes a Javier Milei y la población está ahora en esa onda necesitada de nuevos líderes sin ataduras a antiguas estructuras.
Hay más para agregar pero en definitiva estamos en condiciones de afirmar que la próxima elección confirmará un cambio en el mapa político uruguayo y puede llegar a impedir el retorno al gobierno de la coalición de izquierda.
A todo esto agreguemos la posible creación de un nuevo actor (partido) político, reclutados por y desde USU (Un Solo Uruguay) que van a lograr algún voto, debilitando a la coalición de izquierda pero desde nuestra óptica vemos a este “nuevo partido” condenado al fracaso si no se identifica plenamente con USU; ya que este movimiento a perdido popularidad y hasta credibilidad ante la población y de confirmarse que “sólo algumos” armen un nuevo partido, será como firmar el acta de defunción de este movimiento.
Solo es nuestra opinión.
3 de diciembre de 2023.
Daniel Valiente