Alejandro Gorostidi: “El único camino no es el político partidario para incidir”
Licenciado en Relaciones Internacionales.
En la década de los 90´ obtuvo una beca Chevening del British Council y complementó su formación a nivel terciario en comercio exterior y derecho con un MBA (Maestría en Dirección de Empresas) de la Universidad de Stirling en el Reino Unido.
Profesionalmente, entre 1997 y 2017 se desempeñó como Director del Grupo Schandy (empresa líder del sector marítimo, portuario y logístico) dónde tuvo una larga trayectoria y experiencia internacional, ocupando distintas posiciones ejecutivas del grupo en la región. También tiene experiencia como consultor empresarial y productor agropecuario, donde ha estado involucrado en el desarrollo de emprendimientos innovadores para el sector. Desde el 2018 ha estado dedicado a sus propios negocios y empresas, principalmente en el sector agropecuario y con especial foco en la producción y comercialización de arándanos y otros frutos del bosque.
En el campo académico, ha sido profesor de Logística en la Universidad Católica del Uruguay, profesor de Estrategia de Dirección en la Universidad de Montevideo y profesor de Marketing Internacional en la Universidad de la Empresa.
Es Delegado de USU (UN SOLO URUGUAY) de la zona de Piedras de Afilar, Capilla de Cella y Soca, así como Delegado de Comercio de USU por el Departamento de Canelones. También ha integrado, fundado y presidido distintas organizaciones de la sociedad civil, tales como el CED (Centro de Estudiantes de Derecho de la UDELAR), CERRI (Centro de Estudiantes de Relaciones Internacionales), Cooperativa Uruberry, CUDELAR (Cámara Uruguaya del Arándano), Mesa de Operadores Portuarios del CENNAVE (Centro de Navegación), CALOG (Cámara Uruguaya de Logística), CPTCP (Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata) y de la Sociedad de Fomento Rural PICASO (Piedras de Afilar, Capilla de Cella y Soca).
El movimiento siempre ha considerado que el rol nuestro es la sociedad civil, como movimiento social.
Es un rol necesario en una sociedad civil fuerte, con gente comprometida.
El único camino no es el político partidario para incidir.
Independientemente del tema pandemia, no podemos dejar de reconocer que veníamos en un deterioro del comercio, desde 2014 en adelante.
En los últimos años se había enlentecido mucho la inversión.
Otro factor para un mercado tan pequeño es la temporada estival, divisas que circulan a nivel comercial, las últimas 2 temporadas turísticas no han sido buenas.
Las exportaciones venían en descenso.
No llegamos a ver medidas concretas a las Mipymes que les permita tener un afloje y dejar de desaparecer.
En Uruguay lo que son pequeñas empresas son 189.000, y son casi el 70% de los puestos de trabajo de Uruguay.
Las grandes empresas se llevan las luces de las cámaras y nos olvidamos de estas micro y pequeñas empresas que son importantes en el dinamismo de la economía.
Según datos oficiales, entre febrero y julio cerraron 7.000 empresas.
Hay un tema que nos afecta a las empresas que es la competitividad.
El sector transporte está complicado hoy el día.
El transporte pluvial empieza a ser competitivo después de los 800kms y Uruguay tiene 500kms.
El sector arroz, es un sector muy pujante, con un nivel de tecnología impresionante, pero lo que le pega más que los aranceles es los costos.
El tema de subsidios podría ser un camino para salir del paso, para acortar podría ser algo importante.
Una estructura de costos menor, una presión del estado menor, no solo beneficia al sector agropecuario, beneficia a toda la economía.
Lo bello del sector arandano es que cuando llega al sector del norte no le compite a un productor local porque ellos no tienen.
Cuando uno analiza el mercado y ve un 12% de crecimiento.
El negocio de arandano fresco es un muy buen negocio a nivel mundial, pero en Uruguay el costo de producir es más alto.
Un sector que hubiese sido fantástico para Uruguay.
Quedamos entre 13 y 14 productores de arandanos.
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